Fran Perea

“Es sólo una cuestión de actitud.
 Si lo cuentas no se cumple el deseo. Es sólo una cuestión de actitud.
 Atreverse a desplazarse en el tiempo.


Es sólo una cuestión de actitud.
 Entender lo que está escrito en el viento.
 Es sólo una cuestión de actitud. 
Recibir los golpes, no tener miedo”... canta Fito Paez

En estos días de incertidumbre, me viene mucho a la cabeza esta canción. En todo este proceso de presentación del reestreno de Feelgood en Madrid, en las entrevistas con los medios, suele salir la pregunta de cómo somos capaces de embarcarnos en un proyecto como este, arriesgando e invirtiendo en cultura, cuando la cosa está como está.

Yo me pregunto: ¿De qué sirve estar en casa, sentado en el sofá?

Es mejor levantarse.

Si yo tuviera una panadería, tendría que darme el gran madrugón para amasar el pan. Tengo una compañía de teatro… Voy a hacer teatro.

Hoy, estaré sobre las tablas del Teatro Infanta Isabel de Madrid. Mañana, también. Y así durante las próximas seis semanas. Si quieres, y el sofá no te ha fagocitado, vente a vernos.

Es sólo una cuestión de actitud. Y, en mi caso, de responsabilidad.